Las
grasas, contrariamente a lo que se piensa son necesarias en nuestra
alimentación porque componen las membranas celulares y las
estructuras nucleares.
No obstante, su alto aporte calórico hace que
deben consumirse con moderación.
Las
grasas más saludables son las vegetales, sobre todo el aceite de
oliva buenas para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Contrariamente, las grasas saturadas en los productos animales deben
de limitarse.
Las margarinas y otros productos procesados tienen grasas trans que pueden provocar a la larga enfermedades cardiovasculares.
El
aceite de oliva se encuentra en el centro de la pirámide y debe ser
la principal fuente de lípidos de la dieta, especialmente el aceite
de oliva virgen extra, ya que su alta calidad nutricional, con grasas
saludables y vitaminas y su resistencia a las altas temperaturas de
cocción hacen de él un alimento indispensable en la mesa y en la
cocina.
fuente: juanjotaurud.com
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