¿Qué me pasa que no paro de comer?
Tengo una terrible ansiedad, trabajo mucho y cuando me siento sólo me apetecen alimentos dulces y azúcarados…
¡Cuidado amigo!.
A veces , las emociones que no son bien gestionadas nos impulsan a comer más de la cuenta y a consumir alimentos que no nos convienen, pero en realidad no tienes hambre física.
¡ ¿A quién no le ha pasado ?!
Si nos encontramos bien nos apetecen comidas saludables, contrariamente a cuando estamos deprimidos o angustiados, que, nuestros hábitos alimentarios se desordenan.
En pocas palabras... muchas veces comemos más para anestesiarnos que para alimentarnos.
Ello se debe a que nuestro cerebro registra todo y desde niños nos premian y nos castigan con la comida. Ante una situación similar, automáticamente, el cerebro, que lo tiene registrado, se activa.
Por tanto, en estos casos, debemos de aprender a regular nuestras emociones. Hay alimentos directamente relacionados con ellas, y estos suelen ser los alimentos más grasos, azucarados y calóricos (los menos saludables).
Si te apetecen demasiados dulces, pregúntate, ¿qué me pasa?
De todos modos, si esto te ocurre y no puedes gestionarlo, ¡no estás sólo y hay solución!
La nutrición emocional te puede enseñar a distinguir entre el hambre físico y el llamado hambre emocional.
leed el siguiente articulo...
http://www.larazon.es/historico/9474-psiconutricion-como-aprender-a-distinguir-entre-el-hambre-fisico-y-el-emocional-GLLA_RAZON_466596#.Ttt18hMViBqniSL
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